La certificación de competencias digitales permite a las personas comunicar y demostrar de manera objetiva su nivel de desempeño en esas competencias, permitiendo el reconocimiento formal de logros de aprendizaje que de otra forma podrían ser ignorados debido a que ocurren en procesos abiertos y en entornos educativos no formales.
Antes de extraer conclusiones en torno a ninguna cuestión clave, cuando uno comienza un estudio de viabilidad, lo primero es investigar qué hay ya en el mercado en torno al tema del estudio. Y, obviamente, este ha sido el arranque del estudio europeo de viabilidad: mapear los esquemas de certificación existentes.
En el caso de España, existen seis esquemas para certificar competencias digitales de la ciudadanía: ACTIC, BAIX, COMDIX, CRISS, DIGITALL, TUCERTICYL. Todos ellos se basan en el marco europeo DigComp, a excepción de ACTIC.
Además, en el caso de las Competencias Digitales Docentes, cada una de las Comunidades Autónomas puede certificar niveles de desempeño a los docentes de sus regiones con los instrumentos de evaluación y certificación que les parezcan oportunos según su propio criterio, aunque siempre en base al Marco de Referencia de la Competencia Digital Docente publicado por el Ministerio de Educación y Formación Profesional, para cumplir así con el acuerdo de reconocimiento mútuo de los niveles de desempeño de competencias digitales de los docentes en todo el territorio español. Dicho Marco se basa en el europeo DigCompEdu.
Por último, los centros educativos, según establece la LOMLOE, han de recoger, en su proyecto educativo del centro, la estrategia digital del centro. Esta estrategia, también conocida como Plan Digital de Centro, se basa en el Marco Europeo DigCompOrg.
Beneficios de un Sello de Calidad EDSC
Un Sello Europeo de Calidad que avala que las certificaciones de competencias digitales cumplen con una serie de requisitos comunes y enfocado a toda la ciudadanía europea aportaría un valor añadido único ya que garantiza que la ciudadanía pueda recibir certificaciones comparables y confiables por parte de emisores que han sido acreditados con el Sello de Calidad EDSC en toda Europa, lo que garantizaría su transparencia, estandarización, confiabilidad y la neutralidad de los proveedores, además de promover la eficiencia y la flexibilidad en la movilidad de ciudadanos por la Unión que busquen empleos o estudios, para los que se requiera un nivel de desempeño competencial digital concreto.
El Sello Europeo de Calidad EDSC estaría adaptado a las necesidades del mercado laboral, siendo complementario, que no sustitutivo, a los esquemas preexistentes, promoviendo una oferta de itinerarios formativos de calidad, integrados en los catálogos educativos, accesibles e inclusivos, que sean relevantes y significativos para el aprendizaje y la evaluación a lo largo de la vida. Y, cuando hablamos de ciudadanos, hablamos también del alumnado y del profesorado, que, aunque ya están certificándose en materia de sus competencias digitales como profesionales de la educación, habrán de hacerlo también en sus competencias digitales como ciudadanos.
Además, integrar la emisión de los certificados avalados con el Sello EDSC a los alumnos, al final de cada etapa educativa, a nivel europeo, garantizaría la igualdad de oportunidades de toda la ciudadanía europea a la hora de aprender, trabajar o viajar.
Características de un Sello de Calidad EDSC
Las características de un Sello tan ambicioso como el EDSC y de las certificaciones que se puedan llegar a emitir a la ciudadanía, avaladas por el Sello, deberían dar respuesta al menos a estar preguntas:
¿Qué implicaciones técnicas y operativas tendrá un certificado de estas características?, ¿qué retos plantea, con qué barreras nos encontraremos, cómo vencerlas?
¿Quién debe impulsarlo?, ¿qué acciones deberían llevarse a cabo a nivel autonómico, local, nacional y europeo para sensibilizar, concienciar, captar, promover la confiabilidad y habilitar el reconocimiento mutuo de los esquemas de certificación de las competencias digitales, así como para que el EDSC tenga impacto?
¿Debería ser el EDSC un sello de calidad, una credencial de nivel, ambas?
¿Qué niveles de desempeño se deberían certificar, de acuerdo con los de referencia en Digcomp?, ¿cómo se debería llevar a cabo la evaluación?, ¿debería haber unos criterios mínimos y comunes al respecto de esa evaluación?
¿Qué core estaríamos dispuestos a aceptar en materia de competencias digitales de la ciudadanía procedente de otros Estados Miembro? Si hablamos de estándares de competencias digitales, ¿se está hablando de estándares dirigidos a garantizar la calidad y un core común para programas de aprendizaje informal, para una oferta de entidades formadoras, para incluir en la currícula de educación formal? ¿Sería esto lo que se podría llevar a normalización y estandarización?, ¿cómo se vincula a la evaluación y certificación de niveles de desempeño de las competencias digitales de la ciudadanía?
En definitiva, las características del EDSC han de responder a cuestiones de: gobernanza, alcance y contenido, formato y autenticidad, periodo de vigencia y renovación, interoperabilidad y alineación, adaptabilidad y contextualización, así como a los requisitos a cumplir por parte de entidades que expidan certificados EDSC: metodología de evaluación/calificación, monitorización/proctoring, accesibilidad e inclusión.
Lecciones aprendidas y por aprender
A continuación, se resumen algunas cuestiones clave, aprendidas a lo largo de la colaboración en el estudio de viabilidad europeo y de la coordinación en España del piloto para un potencial futuro despliegue del EDSC:
El EDSC debe cumplir un doble propósito: actuar como un sello de calidad a nivel europeo y también como una credencial de nivel conforme al marco DigComp. Esta certificación debería gozar de un amplio reconocimiento por parte de entidades públicas y privadas a nivel europeo, vinculándose directamente con la empleabilidad y la mejora profesional y personal continuas. Ha de garantizar una evaluación de calidad, ser accesible para todos y mantener una adaptabilidad frente a los cambios en el ámbito digital. Además, sería importante que se integrase en los sistemas educativos, formativos y de aprendizaje, para potenciar su relevancia y utilidad.
Además, el EDSC debería abordar tanto la certificación de niveles de desempeño como establecer requisitos para adecuar la formación. Es necesario alinear el EDSC con el marco DigComp para garantizar una certificación efectiva de las competencias digitales, de acuerdo con la descripción de sus 8 niveles de desempeño para sus 21 competencias y sus 5 áreas competenciales, e importante no solo evaluar el nivel actual de las competencias digitales de las personas, sino también proporcionar un marco formativo que guíe y promueva la mejora continua.
Por otro lado, se debe destacar la necesaria diferencia entre acreditar y certificar, que no son sinónimos. Mientras que el organismo que emite certificados, "certifica" las competencias digitales de las personas, el organismo de acreditación será el que "acredite al organismo certificador" y por tanto quien avale que esos certificados emitidos cumplen con todas las especificaciones que finalmente tenga el Sello Europeo de Calidad EDSC.
Un modelo de gobernanza sólido con unas funciones a nivel rector y de acreditación bien definidas desde sus cimientos no sólo contribuirá a garantizar el éxito del EDSC sino también a garantizar su sostenibilidad, factor imprescindible para que el EDSC se extienda y se genere demanda para obtenerlo, en un primer momento por parte de las empresas certificadoras, a nivel Sello de Calidad, y en un segundo momento, pero mucho más importante, por parte de la ciudadanía, a nivel credencial de nivel.
Queda aún camino por recorrer, pero hay algunos elementos clave sobre los que ya se ha recorrido un gran trecho y que merece la pena destacar aquí, organizados por categorías:
Alcance y contenido
El Sello de Calidad EDSC estará basado en las áreas, competencias y niveles de progreso del Digcomp, así como en un conjunto de resultados de aprendizaje, e incluirá unos requisitos mínimos sobre el proceso de evaluación, al objeto de respaldar el reconocimiento y la confiabilidad mutuas en la Unión Europea.
Formato y autenticidad
Los certificados avalados con el Sello de Calidad EDSC podrán tener un formato digital con la especificación de unos estándares/metadatos previamente acordados, mientras que el despliegue del Sello de Calidad debería llevar aparejada la creación de un repositorio, u otra solución técnica, que permita a los usuarios que necesiten verificar la autenticidad del certificado (por ejemplo, universidades, empleadores,) hacerlo con garantías.
Validez y actualización
La actualización de un certificado que se haya emitido bajo el aval del Sello de Calidad EDSC podría ser responsabilidad de quien lo obtiene, quedando alineado con la versión de DigComp sobre la que se haya evaluado al receptor del certificado, o también podría limitarse su validez y que cada ciudadano tuviera que renovar periódicamente su certificación de nivel, con el consiguiente posible desembolso de una tasa, para lo que ha de tenerse en cuenta que certificarse o no en competencias digitales ha de ser totalmente voluntario por parte de los ciudadanos, aunque bien podría exigirse o reconocerse al final de cada etapa educativa, garantizando así que los alumnos, cuando terminen su educación formal y obligatoria, salga con un nivel concreto de desempeño de sus competencias digitales.
Interoperabilidad, alineación, adaptabilidad y contextualización
El Sello de Calidad será interoperable con el Europass, estará alineado con el EQF y será complementario a esquemas de certificación ya existentes en los Estados Miembro.
Además, debería aceptar certificados emitidos en cualquier idioma de la UE, así como en las lenguas cooficiales que hay en los estados miembros de la UE, y posiblemente proporcionar traducciones de sus campos comunes al inglés o a todos los idiomas oficiales de la UE.
La evaluación EDSC
El Sello de Calidad EDSC debería incluir los requisitos mínimos en lo que a métodos de evaluación se refiere, al objeto de garantizar la calidad, la confiabilidad y el reconocimiento mutuo: metodología de evaluación/calificación, tipos de preguntas/ítems, instrumentos de evaluación, monitorización, detección del fraude, accesibilidad, inclusión.
Los emisores de certificados EDSC deberían certificar las diferentes competencias digitales, así como las áreas competenciales globales, a diferentes niveles de desempeño, de acuerdo con resultados de aprendizaje, combinando en las evaluaciones conocimientos y competencias, e incluso estudiar cómo incluir una evaluación basada en las actitudes y siempre garantizando accesibilidad e inclusión.
¿Y ahora qué?
Quedan aún cuestiones pendientes, que no deben obviarse, tales como la financiación y la sostenibilidad económica, tecnológica y de seguridad de un Sello de Calidad EDSC; cómo estructurar un buen despliegue a nivel nacional, o qué tipo de evaluaciones aplicar y aceptar mutuamente; esto último es un tema crucial para el reconocimiento, pero además, aunque no menos importante, es crucial adelantarse a los posibles obstáculos con los que nos vamos a encontrar en el camino, tales como qué acogida tendrá una certificación de estas características por parte de los posibles receptores de los certificados y por parte también de los posibles emisores acreditados con el Sello de Calidad EDSC. Seguramente habrá una resistencia a la adopción de un nuevo sistema de certificación y para mitigarlo no sólo será importante la difusión sino el para qué; es decir, dar respuesta a la ciudadanía, a los estudiantes, a las personas desempleadas, a la Formación Profesional, al Servicio de Empleo, a la Educación Superior y a los niveles educativos obligatorios y anteriores al universitario, a la pregunta de para qué les sirve una certificación de competencias digitales.
La respuesta está en el impacto del uso. En general, sigue habiendo un conocimiento escaso de la existencia de certificaciones de competencias digitales y de su valor para la trayectoria personal y profesional de las personas, por lo que para superar esta barrera habrá que generar la necesidad.
Se generará demanda y necesidad EDSC si este es necesario para acceder a un puesto de trabajo, si es necesario para habilitarse a la hora de tener un perfil digital concreto, si se requiere por parte de empresas y administraciones públicas en procesos de selección, si aporta un valor añadido a la hora de acceder a la administración pública o para la promoción interna, entre otros ámbitos.
Centrándose en la perspectiva del mercado laboral, de la educación formal y no formal, y de las administraciones públicas, el EDSC serviría tanto a los trabajadores, fomentando la empleabilidad, el desarrollo profesional y facilitando la movilidad sectorial y transfronteriza, como a los empleadores, mejorando la adecuación de las cualificaciones y de los procesos de contratación.
En el sector de la educación y de la formación, el EDSC también aportaría valor, sirviendo de base en el diseño de planes de estudios, de contenidos y de evaluaciones, mediante un marco normalizado. Desde la perspectiva de los alumnos, el EDSC fomentaría su participación en la educación y la formación facilitando el reconocimiento de las capacidades adquiridas fuera del entorno escolar, en entornos académicos; por ejemplo, homologación de ECTS en la educación universitaria.
En definitiva, implementar un Sello de Calidad para la Certificación de las Competencias Digitales, común y a nivel europeo, es sin duda una oportunidad que no podemos perder si queremos seguir dando pasos hacia una igualdad digital.
Referencias
- Vuorikari, R., Kluzer, S. and Punie, Y., DigComp 2.2: The Digital Competence Framework for Citizens, EUR 31006 EN, Publications Office of the European Union, Luxembourg, 2022, ISBN 978-92-76-48882-8, doi:10.2760/115376, JRC128415.
- Kampylis, P., Punie, Y. & Devine, J. (2015); Promoting Effective Digital-Age Learning - A European Framework for Digitally-Competent Educational Organisations; EUR 27599 EN; doi:10.2791/54070
- Redecker, C. European Framework for the Digital Competence of Educators: DigCompEdu. Punie, Y. (ed). EUR 28775 EN. Publications Office of the European Union, Luxembourg, 2017, ISBN 978-92-79-73494-6, doi:10.2760/159770, JRC107466
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