Cambiar la perspectiva de la formación para hablar de aprendizaje implica un cambio de paradigma, que es motor de arranque para empezar a transformar, ya que pasar de la formación al aprendizaje es mucho más que un mero cambio de entorno. Se trata de cambiar, sobre todo de actitud, pero por supuesto también de maneras de enseñar para cambiar las maneras de aprender e implica reprogramar los procesos de aprendizaje.
Clave: El aprendizaje a lo largo de la vida
El modelo 70-20-10 de los investigadores M. Lombardo y Robert W. Eichinger explica por qué debemos plantearnos una transformación digital del aprendizaje:
El 70% de nuestro aprendizaje procede de la experiencia adquirida en el puesto de trabajo, es decir de la propia trayectoria profesional, de lo que aprendemos haciendo, lo que hacemos a diario.
El 20% procede de la interacción social, de lo que aprendemos de nuestros iguales, de mentorizar a otros, del intercambio de opiniones y experiencias entre personas interesadas en las mismas materias que nosotros, entre los propios destinatarios de la formación, o con gente experta y cualificada en esas materias.
El 10% viene de la formación tradicional, es decir, todo el conocimiento que adquirimos en las aulas mediante nuestros estudios, o los cursos de formación, leyendo, o a través de soportes digitales.
Queda claro pues que hemos de iniciar el camino del cambio.
Aprovechemos el 70-20-10 para avanzar hacia una aprendizaje en línea horizontal, rico, entre iguales y de impacto.
El alumnado es el protagonista, ¡usemos sus habilidades!
Benificiémonos de las tecnologías educativas.
Avancemos hacia una cultura de pedagogía digital.
Aprovechemos el momento para reforzar competencias digitales que desemboquen en una población activa sin brecha digital, con la suficiente digitalización como para que tengan oportunidades adecuadas de empleo cuando salgan de nuestros centros.
Clave: El docente como mentor y guía
Otro de los pilares de la transformación digital de la educación, aunque a primera vista pueda no parecerlo es el tiempo. El tiempo de clases sigue siendo el mismo, sólo ha cambiado el lugar si vamos a un entorno digital, pero esto nos da pie a enseñar y aprender de manera síncrona y asíncrona:
Clases prácticas, interactivas, participativas y proactivas.
Diseño de sesiones que se conviertan en experiencias de aprendizaje memorables.
Tener en consideración el medio a la hora de planificar las clases.
Fomentar el trabajo en equipo para reforzar las relaciones personales.
Impulsar retos de aprendizaje en línea que fomenten la autonomía del alumnado, pero siempre la interacción, la compartición, el trabajo en equipo.
Clave: Comunicación y colaboración
Aprovechar las posibilidades de los entornos digitales de aprendizaje para plantear comunicación a través de medios digitales, entre el alumnado, con los docentes, en equipos de trabajo, haciendo tutorías. Esto se puede hacer con entornos compactos como por ejemplo los que ofrecen las grandes tecnológicas, lease Google Suite para Educación, Microsoft o Apple.
Interaccionar por medio de diversos dispositivos y aplicaciones digitales, entender cómo se distribuye, presentar y gestionar la comunicación digital, comprender el uso adecuado de las distintas formas de comunicación a través de medios digitales, contemplar diferentes formatos de comunicación, adaptar estrategias y modos de comunicación a destinatarios específicos.
Por ejemplo, usar vídeo conferencia para dar clase online: clases sencillas y claras, que fomenten dinámicas grupales y les motiven para trabajar en proyectos conjuntos.
Utilizar tecnologías y medios digitales para el trabajo en equipo, para los procesos colaborativos y para la creación y construcción común de recursos, conocimientos y contenidos.
No hay por qué renunciar a seguir aplicando metodologías activas en entornos digitales de aprendizaje, más bien al contrario.
Clave: Creatividad
Es tiempo de ingenio y de imaginación. No olvidemos que nuestros alumnos son personas.
Promueve el uso de herramientas compartidas y que fomenten la ludificación: kahoots, lluvias de ideas, patios virtuales, kddas, etc.
El ámbito emocional es importante
Las familias son parte esencial en estos momentos, acompañarlas y hacerlas partícipes de que son necesarias va a contribuir a que la educación siga adelante.
¡Usemos la imaginación!
Clave: Desarrollo Profesional Continuo
Aprovechemos los entornos digitales como una oportunidad para ver la necesidad de capacitación de nuestros docentes y para brindársela.
Aprendamos de lecciones que nos ha dejado, por ejemplo, la pandemia e impulsemos iniciativas de desarrollo, mejora y certificación de las competencias digitales en educación.
Fomentemos la competencia digital de nuestros centros educativos, analicemos cuál es su punto de partida, sus debilidades y fortalezas y creemos los itinerarios de capacitación necesarios para que si, llegado el caso, esta alarma mundial vuelve a ocurrir, no caigamos en la improvisación.
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