Plan de curación de contenidos

La segunda edición de la nano experiencia de aprendizaje abierto en colaboración "Curación y Gestión de Contenidos Digitales" comenzó el pasado 17 de octubre de 2018 y continuará hasta el próximo 29 del mismo mes.

Dentro de este NOOC, como reto final que evidencia el aprendizaje que los participantes hemos adquirido a lo largo del mismo, se propone la realización de un plan de curación de contenidos, que nos puede ser de utilidad en nuestro ámbito de influencia para gestionar la sobreabundancia de información que nos encontramos en la red y evitar así la "infoxicación".

He dividido mi plan en dos actividades genéricas, que en mi opinión se complementan la una a la otra a la hora de gestionar esa información y contenidos digitales.

Por un lado, la marcación social, y por otro, la curación de contenidos propiamente dicha.




Marcación social


La marcación o etiquetado social es una estrategia más para evitar la "infoxicación". La cantidad de recursos e información que nos podemos encontrar en el red es tanta, que en ocasiones nos los encontramos por simple casualidad, navegando, y si carecemos de una estrategia práctica para organizar y guardar dichos recursos, después, pues los perdemos, o ya no sabemos dónde los habíamos visto. Aún hoy en día, hay muchas personas que los guardan en sus favoritos, o en un documento de texto, pero al querer usarlos, o están en otro equipo, o simplemente no se han llevado con ellos un lápiz de memoria, etc., y no pueden acceder a esos favoritos. Por este motivo, un modo práctico de gestionar la información es la marcación social, ya que podemos marcar y almacenar toda la información al instante. Además, este tipo de marcación puede realizarse de forma social y colaborativa.

Diigo sigo siendo la herramienta perfecta para realizar marcación social aún hoy en día. Mediante esta herramienta digital convertimos los tradicionalmente llamados “favoritos” en "Marcadores Sociales", sustituyendo el sistema de clasificación mediante directorios y carpetas por una clasificación mediante etiquetas. Diigo nos permite organizar y gestionar nuestros marcadores, hacer notas en espacios digitales, almacenar recursos online y destacar contenido. 

Además dispone de un botón de marcación llamado Diigolet, que podemos añadir a la barra de herramientas de nuestro navegador, y que facilita muchísimo la marcación en Diigo desde cualquier espacio digital que estemos visitando y que queramos etiquetar. Por último, permite la creación y participación en grupos creados alrededor de diferentes temáticas, donde podemos compartir con otros, recursos, contenidos e información de interés.

Curación de contenidos


Se trata de un término procedente del inglés “content curation”, y no es más que otro modo de filtrado para evitar la sobrecarga informativa o "infoxicación", aunque puede considerarse un paso más allá en la gestión de la información.

Básicamente, consiste en recopilar información sobre un tema en particular, seleccionar la más relevante, usando nuestro ojo crítico, y compartirla, sin tener que crear nuestros propios contenidos.

De esta práctica de curación de contenidos, surge la figura del “content curator”, o curador de contenidos, que es aquella persona que se dedica a buscar, filtrar, organizar y difundir. 

El ingrediente principal para convertirse en un buen curador de contenidos es tener buen criterio y una opinión crítica, para ser capaz de diferenciar entre aquello que merece la pena compartirse y lo que no la merece. Las personas que siguen al curador de contenidos confían en ese buen criterio.

Un buen curador de contenidos dedicará mucho tiempo a leer de diferentes fuentes, filtrar y curar, siempre citando las fuentes, por supuesto, ya que el curador no persigue atribuirse la creación de contenido, porque simplemente, no lo crea. 

Hoy en día, existen varios servicios en línea, algunos de los cuales he incluido en el slideshow que representa gráficamente el plan de curación de contenidos que he diseñado para superar la propuesta del NOOC #CuraciónDig, y que he compartido más arriba, que nos permiten poner en marcha una buena estrategia de curación de contenidos y ejecutarla.

Sin embargo, no debemos ceñir su uso simplemente a la agregación de contenidos automatizada desde las diferentes fuentes, sino que debemos aportar nuestro criterio y opinión, para pasar a llevar a cabo una curación de contenidos seria, que aporte valor añadido a lo que estamos curando y lo enriquezca, que fomente la reflexión y el debate entre la comunidad que nos sigue, que es con quien compartimos. 

Para ello, podemos usar alguna o varias estrategias, como por ejemplo, combinar contenidos nuevos con otros filtrados; difundir de forma efectiva usando los espacios y redes sociales que mejor se adapten a ello, según necesidades, pero sobre todo, uno debe tener siempre en cuenta las 4 reglas básicas de un buen curador de contenidos: buscar, seleccionar, dar sentido a lo curado, y difundir.

En esta labor tenemos un amplio abanico de servicios digitales en el que apoyarnos. En el plan de curación compartido he apostado por algunas de las que utilizo con más frecuencia: Pinterest, Flipboard, List.ly, Scoop.it y Pearltrees, en ese orden.

Cada una de ellas, en su estilo y con sus características, nos pueden ayudar eficazmente en el plan de curación de contenidos. Será nuestra decisión como buen "content curator" utilizar la que mejor encaje con nuestras necesidades, o las que mejor se ajusten a nuestros objetivos en cada momento, y apostar incluso por utilizar una combinación de varias. 

Recordemos las 4 reglas básicas de cualquier buen curador de contenidos antes de decidirnos a usar un servicio u otro. En esa primera decisión ya estamos empezando a ejercer como "content curators". 

¡Que sea el principio de un estupendo recorrido de gestión de la información!



Comentarios